lunes, 5 de julio de 2010

LA LLAVE DE LA SALUD



Este es el guión de lo que vamos a desarrollar a continuación:


1.¿Por qué enfermamos?
Cálculos biliares
Deshidratación
Contaminación
Obesidad
Demasiada televisión
Prisas y presión de tareas
Traumas emocionales
Fármacos
Consumir café, té, alcohol y refrescos
Consumir azúcar, dulces y chocolates
Abusar de la carne y consumir comida basura
Falta de sueño
Estilo de vida inapropiado

2. El proceso básico de la enfermedad
Por Andreas Moritz

3. La naturaleza nos protege y nos cura
Come despacio
Respeta los ciclos lunares
Sigue el biorritmo del hombre
Practica ejercicio físico con regularidad
Respira y relájate mediante chi kung y meditación
Practica la Noesiterapia. Dirige tu pensamiento a la curación
Sé regular en la mesa
Evacua regularmente por las mañanas
Sigue una dieta de desintoxicación
Limpiezas hepáticas intestinales y renales
Consume alimentos biológicos en la medida de lo posible
Lleva una dieta predominantemente vegetariana
Los alimentos milagro. Siempre en tu despensa
Acepta la enfermedad
Déjate cuidar por el sol: nuestro gran aliado
El sol y los aceites refinados
Consejos
Evita al máximo el consumo de carne
Consejos
Si tienes insatisfacción laboral y falta de felicidad, haz cambios en tu vida
La caricia: Un don curativo
Deja que el cuerpo sane por sí mismo
Sigue los tratamientos alternativos que te hayan dado buenos resultados
Aprende a utilizar la naturaleza como un antibiótico
La naturaleza nos ayuda a superar la enfermedad

4. A modo de conclusión

5. Bibliografía



INTRODUCCIÓN

El pasado mes de junio de 2010, hizo un año desde que fui diagnosticado de EM (esclerosis múltiple) y continúo buscando métodos naturales de curación, evitando así la posibilidad de sufrir futuros brotes. En el blog os he hablado de terapias alternativas y de nutrición, “llaves maestras” en el proceso curativo. Ahora extraigo las conclusiones a las que he llegado en esta búsqueda permanente, que me ha llevado a una recuperación rápida y a poder mantener un estilo de vida lo más saludable posible, imprescindible para dejar atrás la enfermedad.

Para ello, vamos a conocer las causas que nos llevan a enfermar, después cuál es el proceso de la enfermedad y, por último, los secretos que, estando a nuestra disposición en la naturaleza, nos pueden hacer recuperar la salud. En este trabajo hay algunos extractos del libro “Los Secretos Eternos de la Salud”, de Andreas Moritz, que considero imprescindible en nuestra biblioteca particular.

La incidencia de las enfermedades crónicas empezó a aumentar enormemente con el comienzo de la intervención médica mediante fármacos, cirugía y radiaciones. Todas estas acciones interfieren en la respuesta curativa del propio organismo.
Los síntomas de una enfermedad no pueden ser la causa de la patología. Son sus efectos. El modo más eficaz de enfrentarse a la enfermedad consiste en eliminar todo aquello que obstaculiza la respuesta natural de nuestro cuerpo para recuperar la salud en un esfuerzo constante por mantener el equilibrio.

La ingesta excesiva de alimentos, una nutrición deficiente, la falta de sueño, no beber suficiente agua, consumir fármacos y estimulantes, fumar, beber alcohol, etc, reducen las reservas energéticas del cuerpo y hacen que sea susceptible de sufrir procesos tóxicos que pueden suponer infecciones bacterianas, víricas o fúngicas.

Por otra parte, limpiar el organismo, eliminar los deshechos que se acumulan en él y abogar por una dieta y un estilo de vida saludables, son condiciones indispensables para que el cuerpo se cure a sí mismo.

“La mayor parte de las enfermedades crónicas se deben a la supresión de los síntomas agudos mediante la intoxicación por fármacos”.

(Dr. Henry Lindlahr)

El Dr. Henry Lindlahr establece que la enfermedad es causada por la desviación de las leyes de la naturaleza, y que la enfermedad por sí misma es una evidencia del esfuerzo del organismo por intentar corregir la situación retornando a su estado natural, es decir a la homeostasis con su ambiente. El Dr. Lindlahr postula que la enfermedad tiene una de las siguientes causas: disminución de la vitalidad, intoxicación de la sangre e intoxicación de la linfa.



1.- ¿POR QUÉ ENFERMAMOS?


Cálculos biliares

La formación de cálculos biliares en el hígado y en la vesícula biliar, puede ser causa de multitud de enfermedades.
La mayoría de los adultos que habitan en el mundo industrializado (primer mundo), y especialmente aquéllos que sufren alguna enfermedad crónica, como enfermedades coronarias, artritis, esclerosis múltiple, cáncer o diabetes, tienen cientos, si no miles de cálculos biliares (principalmente masas de bilis endurecida), que bloquean los conductos biliares de su hígado.
La intoxicación del Hígado puede ser la causa de numerosas patologías.

Una insuficiencia hepática crónica aunque sea asintomática, e incluso aparezcan valores correctos en las analíticas, puede provocar importantes alteraciones en casi todo el cuerpo sin que los médicos se den cuenta de que esos síntomas, sin aparente relación, pueden deberse a una misma causa.
Puede ser el origen de diabetes, taquicardias, hipotensión, mareos, disnea de esfuerzo, falta de concentración, pérdida de memoria, alzheimer, parkinson, esclerosis múltiple, depresión, migrañas, caída del cabello, alteraciones de la visión, piernas pesadas, varices, hemorroides, hernia de hiato, úlcera gástrica, acidez, anemia, cansancio, osteoporosis, intoxicación celular y cáncer.
Es conveniente, por tanto, seguir un programa de limpiezas de estos órganos, así como limpiezas renales y de colon.

La más sencilla es tomar en ayunas, por la mañana y antes de dormir, una cucharada de aceite de oliva de primera presión en frío, con una cucharada de zumo de limón. Si se desea realizar limpiezas más profundas, expulsando los cálculos biliares, es recomendable seguir los pasos descritos en el libro “Limpieza Hepática y de Vesícula Biliar” de Andreas Moritz.


Deshidratación

Las enfermedades crónicas siempre van acompañadas de una deshidratación y, en muchos casos, es ésta la que las provoca.
La esclerosis múltiple y otras enfermedades crónicas, vienen precedidas de años de sequía corporal.
Un síntoma importante de la deshidratación, es el dolor. El uso de analgésicos elimina la alarma de deshidratación primaria del cuerpo y “cortocircuita” las vías de emergencia de éste para suministrar agua, además de sabotear la adecuada eliminación de residuos, dando pie a las enfermedades crónicas.
Las bebidas carbonatadas producen deshidratación. Una de las cosas más importantes que debemos hacer en aras de la salud es no permitir que nuestros hijos beban refrescos.
Los gobiernos no se enfrentan a la poderosa industria de alimentos y bebidas, por lo que cada uno de nosotros debe protegerse a sí mismo y a su familia de las políticas y prácticas negligentes de aquellos que están a cargo de la salud pública.


Contaminación

Atmosférica, acústica, lumínica artificial, ambiental, campos electromagnéticos,…
Muchos son los estudios que se han realizado sobre los efectos de la contaminación atmosférica sobre nuestra salud y algunos científicos ya se han atrevido a sintetizar los principales:

A).- Las personas que viven cerca de zonas con mayor tráfico presentan más síntomas respiratorios, infartos y una reducción de la esperanza de vida. De hecho, el doctor Jordi Sunyer, codirector del Centro de Búsqueda en Epidemiología Ambiental, afirma que, "en situaciones de picos de contaminación, se ha observado que las muertes se han incrementado un 11%".

B).- La frecuencia de niños que presentan síntomas de bronquitis es mayor entre los vecinos de las vías urbanas más transitadas que entre los que viven en vías con poco tráfico, tal como se ha demostrado en varias ciudades europeas.

C).- Entre las mujeres que viven su embarazo en zonas de tráfico mayor, sus bebés son de un peso menor que el esperado.

D).- Los niños que crecen en zonas con mayor intensidad de tráfico presentan un aletargamiento en el crecimiento de su capacidad pulmonar en comparación con los niños que viven en zonas menos contaminadas.
Existe un gran número de estudios epidemiológicos que demuestran que las exposiciones a la contaminación del aire a corto plazo están asociadas con un incremento de los síntomas respiratorios agudos. Estos pueden ir desde una irritación hasta incluso la muerte. Además, también se ven afectadas las personas que padecen una enfermedad crónica e incluso ésta se agrava con rapidez. Por tanto, en general la contaminación provoca que la esperanza de vida de las personas se reduzca o que empeore la calidad de los últimos años de la vida de una persona mayor. Así lo afirma el doctor Sunyer.


Obesidad

Tener obesidad o sobrepeso es equivalente a comprar el 99% de las papeletas para contraer una enfermedad. Si queremos conservar la salud, debemos comenzar por mantener un índice corporal acorde a nuestra constitución física y a nuestra actividad.

La causa fundamental de la obesidad y el sobrepeso es un desequilibrio entre el ingreso y el gasto de calorías. El aumento mundial del sobrepeso y la obesidad es atribuible a varios factores, entre los que se encuentran:

- La modificación mundial de la dieta, con una tendencia al aumento de la ingesta de alimentos hipercalóricos, ricos en grasas y azúcares, pero con escasas vitaminas, minerales y otros micronutrientes.

- La tendencia a la disminución de la actividad física debido a la naturaleza cada vez más sedentaria de muchos trabajos, a los cambios en los medios de transporte y a la creciente urbanización.

El sobrepeso y la obesidad tienen graves consecuencias para la salud. El riesgo aumenta progresivamente a medida que lo hace el IMC (Índice de Masa Corporal). El IMC elevado es un importante factor de riesgo de enfermedades crónicas, tales como:

- Las enfermedades cardiovasculares (especialmente las cardiopatías y los accidentes vasculares cerebrales), que ya constituyen la principal causa de muerte en todo el mundo, con 17 millones de muertes anuales.

- La diabetes, que se ha transformado rápidamente en una epidemia mundial. La OMS calcula que las muertes por diabetes aumentarán en todo el mundo en más de un 50% en los próximos 10 años.

- Las enfermedades del aparato locomotor, y en particular la artrosis.

- Algunos cánceres, como los de endometrio, mama y colon.

La obesidad infantil se asocia a una mayor probabilidad de muerte prematura y discapacidad en la edad adulta.


Demasiada televisión

Pasar largos ratos ante el televisor favorece la tendencia al sedentarismo y a la pereza, disminuye nuestra capacidad de comunicación, además de nuestra creatividad. Cuando desaparece la creatividad, nuestro sistema inmunológico se deteriora, dando lugar a estados depresivos y taciturnos.
Ver con exceso la televisión durante la juventud está asociado con los riesgos de padecer una depresión en la edad adulta, aseguró un estudio publicado por la revista estadounidense "Archives of General Psychiatry".

Un equipo de investigadores de la Universidad de Pittsburgh y la Escuela Médica de Harvard concluyeron que el consumo excesivo de programas de televisión es un rasgo de comportamiento común en los jóvenes que desarrollan depresiones con el paso de los años.

Para hacer este estudio se midieron los hábitos mediáticos de más de 4.000 adolescentes y se calculó que cada hora de televisión diaria hacía aumentar el riesgo de padecer una depresión en un 8%.


Prisas y presión de tareas

El tener siempre cosas que hacer no es malo, la actividad bien llevada es enriquecedora. Lo que no lo es tanto son los plazos que nos exigimos a nosotros mismos para realizarlas.
Las prisas, la falta de tiempo, la tensión, etc., aumentan las conductas no saludables, tales como fumar, beber, o comer en exceso, y se reducen las conductas saludables, como hacer ejercicio físico, guardar una dieta, dormir suficientemente, conductas preventivas de higiene, etc. Estos cambios de hábitos pueden afectar negativamente a la salud y, por supuesto, pueden desarrollarse una serie de adicciones, con consecuencias muy negativas para el individuo en las principales áreas de su vida, como son la familia, las relaciones sociales, el trabajo, la salud, etc.

El estrés puede producir una alta activación fisiológica que, mantenida en el tiempo, puede ocasionar disfunciones psicofisiológicas o psicosomáticas, tales como dolores de cabeza tensionales, problemas cardiovasculares, problemas digestivos, problemas sexuales, etc. (Labrador y Crespo, 1993); a su vez, el estrés puede producir cambios en otros sistemas, en especial puede producir una inmunodepresión que hace aumentar el riesgo de infecciones (como la gripe) y puede aumentar la probabilidad de desarrollar enfermedades inmunológicas, como el cáncer (Cano Vindel y Miguel Tobal, 1994).

El estrés puede desbordar al individuo de manera que comience a desarrollar una serie de errores cognitivos en la interpretación de su activación fisiológica, o de su conducta, o de sus pensamientos, o de algunas situaciones, que a su vez le lleven a adquirir una serie de temores irracionales, fobias, etc., que de por sí son un problema de salud (los llamados trastornos de ansiedad), pero que a su vez pueden seguir deteriorando la salud en otras formas.

Por ejemplo, una persona sometida a estrés prolongado puede llegar a desarrollar ataques de pánico, o crisis de ansiedad, que son reacciones que el individuo no puede controlar, con fuertes descargas autonómicas, temor a un ataque al corazón, etc. Durante esta crisis el individuo interpreta erróneamente su activación fisiológica y piensa que le faltará el aire (cuando realmente se está hiperventilando), o que morirá de un ataque al corazón, o que se mareará y caerá al suelo, o que se volverá loco, etc. Posteriormente, estos ataques de pánico suelen complicarse con una agorafobia (evitación de ciertas situaciones que producen ansiedad), con una dependencia de los ansiolíticos, a veces con reacciones de depresión por no poder resolver su problema, etc. (Peurifoy, 1993; Cano Vindel, 2002).

Estos trastornos de ansiedad son mucho más frecuentes en mujeres que en varones (de 2 a 3 veces más frecuentes), pero, por lo general una crisis de ansiedad coincide con un periodo de mucho estrés que se ha prolongado un cierto tiempo. Entre un 1,5% y un 3,5% de la población sufre trastornos de pánico con o sin agorafobia. La edad de aparición se encuentra entre los 17 y los 35 años, justo en su edad más productiva.

El efecto del estrés en nuestro organismo, hace que nuestra vida se convierta en una contrarreloj, siendo la causa de la mayoría de las enfermedades crónicas.


Traumas emocionales

Los traumas emocionales, las situaciones adversas vividas en el pasado, reciente o lejano, que no han sido asumidas o resueltas, favorecen enormemente la aparición de las enfermedades crónicas.
Las diferentes enfermedades son la manifestación de deterioro en algún órgano del cuerpo por sobrecarga de toxinas o por carencias elementales. Si cerramos los ojos en este mismo momento e imaginamos una situación angustiante o un recuerdo desagradable modificamos nuestro funcionamiento orgánico. Se acelera el ritmo cardiaco, se tensa el estomago y en general se crea un estado de tensión o enojo. Si por el contrario, imaginamos algo agradable, sucede lo opuesto. La mente tiene entonces total influencia sobre nuestro organismo.

Cuando una persona vive en amargura, estrés o irritación constante, el sistema nervioso neurovegetativo actúa sobre los órganos, liberando desechos y toxinas que químicamente van degradando nuestro cuerpo.

El diagnóstico de la enfermedad es más dañino que la propia enfermedad, pues vemos amenazada nuestra salud, sentimos el peligro de muerte y el diagnóstico en sí se convierte en una profecía autocumplida.


Fármacos

Casi todos los fármacos tienen un efecto supresor. Esto significa que interfieren en los intentos del cuerpo de descomponer las toxinas que hacen que sea vulnerable a los agentes patógenos.
Para recuperar el equilibrio, el organismo tiene que desencadenar la llamada crisis tóxica o enfermedad.
Cuando se contrae una enfermedad y se administran fármacos para aliviar los síntomas, el cuerpo debe recuperarse dos veces, una de la propia enfermedad y otra de los efectos secundarios que se desencadenan, porque, no nos engañemos, todos los fármacos, sin excepción, producen efectos indeseables en nuestro cuerpo, en la mayoría de los casos visibles en el momento de la administración y en otros, de forma silenciosa y lenta, cuyos efectos salen a la luz a medio o largo plazo, en forma de enfermedad crónica.

En el blog ya os he hablado de la mafia que hay detrás de la administración de medicamentos, Prestigiosos médicos y premios nobel de medicina así lo atestiguan. Una lectura muy interesante, y que os recomiendo, es un estudio contrastado de Teresa Forcades, que, bajo el título “Los Crímenes de las Grandes Compañías Farmacéuticas”, destapa toda la verdad acerca de los beneficios multimillonarios basados en el mantenimiento de la enfermedad.

Siguiendo este enlace podéis leerlo o descargarlo gratuitamente:

http://www.fespinal.com/espinal/llib/es141.pdf



Teresa Forcades es licenciada en Medicina por la Universidad de Barcelona, especialista en Medicina interna por la Universidad de Nueva York y Master Divinitas por la Universidad de Harvard.


Consumir café, té (excepto el té verde), alcohol y refrescos

El consumo de estimulantes y refrescos, deshidrata nuestro organismo. Un consumidor habitual de café, té, alcohol o refrescos, es una persona con deshidratación crónica. Todos hemos comprobado cómo una noche abusando del alcohol nos hace sentir sedientos durante el día siguiente. También es significativo que mucha gente pide un café acompañado con un vaso de agua, por la deshidratación que se produce al tomarlo.
La acidez de los refrescos de cola, es la misma que la del vinagre. El azúcar que contienen disfraza la acidez, y los niños que las beben no reconocen que lo que ingieren es una mezcla extraña de ácido fosfórico, azúcar, cafeína, colorante artificial y otras sustancias edulcorantes.


Consumir azúcar, dulces y chocolate

Del azúcar proviene y (a veces) se origina la diabetes, un mal que padecen millones de personas y cuyas consecuencias funestas incluyen: las gangrenas, la arterioesclerosis, algunas formas de ceguera, cataratas y algunos trastornos derivados de la coagulación sanguínea.
Escocia y Australia tienen uno de los porcentajes más altos consumo del azúcar mundial---150 libras por persona anualmente. Como corolario, para la edad de 15 años, 64% han perdido sus dientes y la mayoría son obesos.
Como todas las drogas, el azúcar blanco, además de no beneficiar al organismo y no aportar ningún elemento nutritivo y vital, resulta altamente dañino. Es un verdadero peligro para la salud pública, por ser fuente directa o indirecta de muchos padecimientos "modernos": caries dental, acidificación de la sangre, descalcificación, arteriosclerosis, infarto de miocardio, diabetes, obesidad, acné, úlcera de estómago, colesterol, tensión nerviosa, problemas de circulación, hiperexcitabilidad, degeneración hepática...
La sustancia que hoy conocemos como azúcar poco tiene que ver con la planta original. Se trata sólo de sacarosa "purísima", privada de vitaminas, de minerales, de enzimas y de todo elemento vital, o sea, una sustancia química completamente artificial. Una vez ingerida (y a diferencia de cualquier otro alimento) se transforma completamente en energía, sin dejar siquiera trazas de residuos: nada de proteínas, grasas, almidones, vitaminas, ni minerales. Es decir que aporta calorías vacías. Como otras sustancias químicas puras, la sacarosa excita el organismo con su carga energética inmediata, pero lo enerva y lo debilita, haciendo trabajar en vacío todo el aparato metabólico. Pero lo más grave es que para su metabolización el organismo debe emplear reservas orgánicas de vitaminas, aminoácidos y minerales, empobreciéndose paulatinamente. Las investigaciones, escasamente difundidas, por cierto, indican que no solo el abuso, sino el simple uso de la sacarosa pura, predispone al organismo a las modernas enfermedades de la civilización.
Como alternativa al azúcar refinado, tenemos el azúcar integral, la miel o la stevia.


Abusar de la carne y consumir comida basura

La comida basura proporciona una dieta alta en grasa, azúcar, productos animales y sal de mesa (sodio) y baja en fibras, vitaminas y minerales. Promocionada como "comida rápida", en realidad es "comida basura", diseñada para ir, comer y volver rápido en un ritual consumista que trata de ocultar la pésima calidad de la comida que se sirve. Las hamburguesas tienen un 48% de agua y las lechugas están tratadas con 11 sustancias químicas para mantenerlas verdes y crujientes por más tiempo. De todos los incidentes de contaminación de alimentos, un 70% corresponde a la carne. En los mataderos, la carne puede contaminarse con los contenidos viscerales, estiércol y orina, provocando infecciones bacterianas. Para contrarrestar esa posibilidad, se inyectan enormes dosis de antibióticos a los animales, lo que junto con el uso de hormonas de crecimiento, generan una amenaza seria para los consumidores habituales de carne.

Las personas que comen comida rápida son más propensas a ganar peso y a desarrollar resistencia a la insulina, y estos hábitos alimenticios incrementan el riesgo de padecer obesidad y diabetes tipo 2, según se afirma en una nueva investigación.

"Estas investigaciones sugieren que el consumo frecuente de comida rápida no puede formar parte de una dieta saludable a pesar de las voces en contra de esta afirmación procedentes de la industria alimentaria", afirmó el autor principal del estudio, el Dr. David Ludwig.

Esta es la primera investigación a largo plazo que demuestra la relación entre la comida rápida, el aumento de peso y la resistencia a la insulina; y aparece en la edición del 1 de enero de The Lancet.


Falta de sueño

La hipertensión, las enfermedades cardiovasculares, la depresión o ansiedad, el estrés y la fatiga diurna, los problemas metabólicos de sobrepeso y los trastornos gástricos son los siete trastornos más graves que pueden surgir sólo por dormir menos horas de las necesarias. A ellos se suma una posibilidad 10 veces mayor de sufrir un accidente de tráfico o laboral.

En España se sufre especialmente, pues es uno de los países más afectados por la falta de sueño. Los expertos calculan que los españoles dormimos una media de 40 minutos menos al día que el resto de los europeos y el motivo lo encuentran en los malos hábitos de «higiene del sueño». No compatibilizamos, según cuentan, las obligaciones con las horas de descanso. La privación de sueño es uno de los problemas de salud pública más extendidos, pero también uno de los más desconocidos. No se trata sólo de los que padecen insomnio (alrededor de un 30 por ciento de la población) sino de la calidad del sueño. Los adolescentes, las mujeres y los trabajadores por turnos son los colectivos más afectados por los problemas derivados de no dormir.

Según explica Antonio Vela, neurofisiólogo y presidente de la Fundación Sueño Vigilia, «dormir poco produce incluso efectos similares a los del envejecimiento». En primer lugar, la falta de sueño tiene consecuencias sobre el estado diurno. «El individuo se encuentra, durante el día, en un estado de alerta, cambia su estado de ánimo y el cansancio repercute en su grado de concentración y atención», asegura Vela. A más largo plazo, los malos hábitos de sueño provocan también problemas físicos «como los trastornos metabólicos. Los que duermen menos de lo necesario pueden incluso engordar como consecuencia», explica.

Otro riesgo son los trastornos psiquiátricos. Diego García Borreguero, neurólogo de la Unidad del Sueño de la Fundación Jiménez Díaz, explica que «estos trastornos se dividen, fundamentalmente, en ansiedades y depresiones. Sabemos que todas estas enfermedades están asociadas al insomnio».

La falta de sueño afecta muy seriamente a la parte 'emocional' del cerebro y nos hace más propensos a las depresiones y a las enfermedades mentales.
Según un reciente estudio del neurólogo de la Universidad de Berkeley, Matthew Walker, publicado en el último número de 'Current Biology', dormir menos horas de las necesarias (de siete a ocho diarias) altera la capacidad de respuesta del lóbulo prefontal, la parte del cerebro que regula las emociones, y conduce a comportamientos 'irracionales y primarios'.

En declaraciones a Live Science, Matthew Walker asegura haber encontrado una nueva y poderosa razón para dormir: "El sueño restaura los circuitos emocionales, y haciendo esto nos prepara para los retos y las interacciones sociales del día siguiente. La falta de sueño, por el contrario, rompe los mecanismos que nos protegen de las enfermedades mentales".

Diversas investigaciones habían demostrado hasta ahora que la falta de sueño disminuye nuestra capacidad inmunológica, afecta al metabolismo y afecta gravemente a las capacidades de aprendizaje, de la atención o de la memoria. El nuevo estudio pone por fin sobre el tapete la vertiente emocional, relegada hasta ahora a un segundo plano.


Estilo de vida inapropiado

Por estilo de vida queremos denominar, de una manera genérica, aquellos patrones cognitivos, afectivos-emocionales y conductuales que muestran cierta prevalencia en el tiempo, bajo condiciones más o menos consistentes, y que pueden constituirse en factores de riesgo o seguridad, dependiendo de su naturaleza.
Los estudios epidemiológicos han demostrado la relación existente entre el estilo de vida que las personas exhiben y el proceso salud-enfermedad. Un estilo de vida saludable constituye un importante factor en la configuración del perfil de seguridad.

Al hablar de estilo de vida saludable, nos referimos a comportamientos que disminuyen los riegos de enfermar, tales como: un adecuado control y tratamiento de las tensiones y emociones negativas, un buen régimen de ejercicios, sueño y distracción; el control del abuso de sustancias como la cafeína, nicotina y alcohol; una correcta distribución y aprovechamiento del tiempo, etc.

El doctor Morales Calatayud entiende por estilos de vida al conjunto de comportamientos que un individuo concreto mantiene en su vida cotidiana, y que puede ser pertinente para el mantenimiento de su salud, o que lo coloca en situación de riesgo para la enfermedad.

Hay que tener en cuenta que gran parte de nuestra vida viene determinada por nuestra predisposición genética. Si nuestros antecedentes son propensos a padecer ó han padecido alguna enfermedad hereditaria, tendremos más probabilidades de desarrollarla que si éstos fuesen portadores sanos. Para ello están los hábitos de vida, muchas de las enfermedades sólo se desarrollan si llevamos un estilo de vida inadecuado y poco saludable. Por esta razón se debe tomar conciencia e informarse de cuáles pueden ser los desencadenantes principales de las enfermedades para impedir que se activen, llevando una calidad de vida mejor.

Con esto no se quiere decir que todo es hereditario, muchas enfermedades se desarrollan sin necesidad de estar predispuestos a ellas, solo por el hecho de llevar unas condiciones de vida nefastas para la salud.



2.- EL PROCESO BÁSICO DE LA ENFERMEDAD

(Por Andreas Moritz)


“El cuerpo esta formado por células que se renuevan a intervalos regulares, a un ritmo de 30.000 millones diarias. Cada día, las enzimas se enfrentan a la tarea de desintegrar 30.000 millones de células viejas y gastadas que ya no son capaces de absorber adecuadamente y de aprovechar el oxigeno y otros nutrientes. El resultado es la acumulación de grandes cantidades de detritos celulares.
Por otra parte, cada una de las células que componen nuestro organismo, que suman de 60 a 100 billones, genera residuos metabólicos que es preciso eliminar sin demora. Esas secreciones son sustancias derivadas de los procesos metabólicos y que el organismo no puede utilizar (no las necesita o tienen efectos letales). Entre esas sustancias se incluyen compuestos nitrogenados como la urea, el ácido úrico, el amoniaco, ácidos lácticos (producto de ejercicios anaeróbicos), CO2, fosfatos, sulfatos, aditivos alimentarios y similares. En condiciones normales, la linfa y la sangre eliminan rápidamente esos desechos del fluido que rodea a las células vivas (tejido conectivo). Además de estas excreciones (subproductos del metabolismo celular), la sangre descarga proteínas del plasma sanguíneo (entre otras, albúminas, globulinas, fibrinógenos, y proteínas reguladoras) en el tejido conectivo. Si estos residuos y proteínas de la sangre no se eliminan con rapidez, empiezan a acumularse en zonas del cuerpo que no son adecuadas para ello. Finalmente, tiene lugar una congestión y el organismo tiene que aplicar medidas más drásticas para defenderse.

Según investigaciones llevadas a cabo en 1961, las proteínas acumuladas en el plasma pueden acabar con la vida de una persona en 24 horas. Una vez los desechos se acumulan y alcanzan cierto limite dañan seriamente las funciones de algunas de las zonas corporales afectadas: intestinos, conductos biliares, vesícula, apéndice, amígdalas, órganos reproductores y riñones, por nombrar las más importantes. El cuerpo, a fin de evitar que se dañe un órgano, un sistema o bien las células sanas, empieza entonces a utilizar radicales libres, enzimas y bacterias destructoras (putrefactoras) y hongos para descomponer la mezcla que forman las células muertas y los restos metabólicos. Las toxinas son la consecuencia inevitable de ese intento de curación del organismo. En esta etapa del proceso curativo (llamada “enfermedad”), el sistema inmunológico se involucra en un intento de eliminar los desechos, las toxinas y también todas las células debilitadas y dañadas. Esta respuesta se denomina comúnmente “trastorno inflamatorio”.

Hoy en día se reconoce cada vez más que la inflamación es la causa común más inmediata de toda enfermedad aguda y crónica. Sin embargo, como se ha descrito anteriormente, las inflamaciones e infecciones no son enfermedades, sino intentos básicos de supervivencia del cuerpo. El organismo tiene varios órganos y sistemas concebidos especialmente para afrontar con eficacia la eliminación de las materias de desecho que produce diariamente.

• El hígado desintegra componentes celulares y elimina la toxicidad de los fármacos, el alcohol y otras sustancias nocivas.

• Los pulmones eliminan los residuos metabólicos altamente ácidos, el dióxido de carbono y otros gases tóxicos.

• Los riñones y la vejiga eliminan el exceso de plasma en la sangre, así como el ácido úrico, la urea, el amoniaco y otros desechos del hígado.

• El colon excreta materia fecal, mucosidades, bacterias muertas y parásitos.

• El cabello y las uñas eliminan proteínas, exceso de sales minerales, pigmentos y aceite.

• La piel, el segundo órgano de eliminación más grande del cuerpo, elimina el sudor y nada menos que del 40 al 60 % de los desechos.

• El sistema linfático, que tiene que hacer circular y depurar constantemente los 18 litros de linfa cargada de productos residuales que hay en el cuerpo, desempeña un papel primordial en el proceso de desintoxicación.

Por supuesto, toda esta actividad requiere grandes cantidades de agua. Cuando el cuerpo se deshidrata, la sangre empieza a concentrarse (espesarse) demasiado y, debido a ello extrae agua de las células más próximas. Aunque de esta manera la sangre consigue diluirse, el tejido conectivo que rodea a las células, así como las propias células, pierden la valiosa agua que necesitan para excretar los desperdicios metabólicos. El resultado es la congestión, que impide que las materias residuales abandonen el cuerpo. En cambio un cuerpo bien hidratado es capaz de nutrirse a sí mismo y desintoxicar sus tejidos. Ello le permite mantener siempre el equilibrio adecuado. Con una perfecta hidratación, las diversas actividades del cuerpo se desarrollan a la perfección, ya que no hay congestión alguna o retención.
En las cantidades que se producen de manera natural, las materias residuales del cuerpo tienen un efecto ligeramente estimulante, que ayuda a mantener las funciones depurativas. Sin embargo, cuando se agota la energía del cuerpo y el sistema inmunológico esta sometido a una dieta y a un estilo de vida excesivamente estimulantes o a la escasez de agua, el necesario proceso de desintoxicación y depuración se interrumpe.

Todas las enfermedades importantes están originadas y precedidas por algún tipo u otro de obstrucción. Una obstrucción en el hígado, por ejemplo, se debe con bastante probabilidad a la presencia de cálculos en los conductos biliares (cálculos intrahepáticos). Ello afecta al suministro de nutrientes, al metabolismo y a la distribución de energía en todo el cuerpo.
Un colon estreñido hace que los residuos den marcha atrás y el cuerpo se inunde de toxinas.
Una piedra en el riñón puede provocar la retención de orina y un aumento de la presión de la sangre sobre las arterias, dando lugar a una hipertensión arterial.
Un atasco del sistema linfático produce un edema linfático, problemas cardiacos, cáncer, obesidad, artritis y prácticamente todo tipo de enfermedades crónicas.
Los diversos tipos de crisis toxicas (enfermedades), así como su intensidad, son el resultado de los distintos grados y ubicaciones de la congestión del organismo. En realidad, cuando una parte del cuerpo enferma, todo el cuerpo enferma. Es simplemente imposible separar sistemas como el cardiovascular, el inmunológico, el linfático y el nervioso en segmentos que no interfieran entre sí de un modo profundo e inmediato. La gravedad de la enfermedad viene determinada por la cantidad de toxinas, piedras, cálculos renales, materia fecal y productos residuales metabólicos y celulares acumulados en el cuerpo.

Los remedios básicos más comunes para las enfermedades más comunes son los siguientes:

• Detener todas las “fugas energéticas” innecesarias y permitir que el cuerpo descanse.
• Limpiar los conductos biliares bloqueados.
• Eliminar las piedras y las grasas de los riñones.
• Limpiar los conductos del tracto gastrointestinal.
• Respirar aire fresco, beber agua limpia, exponerse a la luz natural del sol y tomar alimentos nutritivos.
• Mover el cuerpo regularmente.

Todas estas cosas son necesarias para mantener las funciones fisiológicas, incluida la eliminación de residuos metabólicos y celulares generados todos los días.

La siguiente lista muestra los posibles factores que causan congestión hepática, cálculos renales, deshidratación del organismo y pérdida de energía.

• Ingesta insuficiente de agua.
• Bebidas heladas, especialmente cuando el cuerpo esta caliente.
• Sobrealimentación.
• Falta de nutrientes.
• Alimentos altamente procesados y refinados.
• Alimentos mal combinados (como carne con patatas o fruta con cereales).
• Café, té (excepto el té verde), alcohol y otros estimulantes.
• Bebidas carbónicas.
• Tabaco, estupefacientes.
• Fármacos como estatinas, esteroides, antibióticos o analgésicos.
• Rutina diaria irregular.
• Falta de sueño.
• Ver demasiado la televisión.
• Agotamiento, tensión, estrés.
• Riesgos ambientales.
• Contaminación, tanto en casa como fuera de ella.
• Rabia, ira, envidia, codicia, miedo, celos, prepotencia, ansiedad y otros sentimientos negativos.
• Falta de armonía y de felicidad.
• Hábitos extremos y excesivos.
• Estilo de vida sedentario.
• Sobreestimulacion de los sentidos.
• Heridas.

Cualquiera de estas causas u otras similares socavan la energía del cuerpo y de la mente, y pueden ocasionar la acumulación de toxinas en los fluidos corporales y, por consiguiente, desencadenar una crisis toxica (enfermedad aguda). La crisis es necesaria para poner en marcha el sistema inmunológico, encontrar una salida para las toxinas y restablecer el equilibrio del organismo. Sin embargo, si la causa se mantiene intacta y sigue debilitando el cuerpo, este no tiene mas remedio que desarrollar una crisis toxica permanente, es decir, una enfermedad crónica.”



3.- LA NATURALEZA NOS PROTEGE Y NOS CURA


Vamos a favorecer, a acelerar y a lograr nuestra recuperación siguiendo los consejos que nos ofrece la naturaleza:


Come despacio

Comer deprisa es la causa principal de la aparición de problemas digestivos. La mala masticación hace que los alimentos fermenten. Se trata de un hábito que revela ansiedad, impaciencia y nerviosismo. Reduce la producción de saliva favoreciendo las caries dentales.

La masticación es la primera fase del proceso digestivo, donde comienza la trituración, descomposición y la acción de las enzimas de las glándulas salivares. La pre-digestión que se desarrolla durante la masticación, favorece toda la serie de intercambios químicos que van a producirse en los alimentos.

La masticación mejora la memoria al reducir la liberación de la hormona del estrés.
Si piensas que masticas suficiente y que comes despacio, coloca un espejo frente a ti mientras estás comiendo y observa la rapidez con la que lo haces(es una técnica que aplicó conmigo mi madre y funciona).


Respeta los ciclos lunares

La luna es capaz de mover la masa oceánica. Imaginaos lo que nos mueve a nosotros, que somos agua en un elevado porcentaje, 60 a 80% según la edad.

- Luna Nueva:

Es el mejor momento para hacer un ayuno de un día. Apuntadlo en el calendario. Es el día indicado para comenzar una desintoxicación como puede ser dejar de fumar, dejar de beber o para el inicio de tratamientos.
En la naturaleza, los árboles se podan durante esta fase lunar para favorecer su regeneración

- Luna Creciente:

Si necesitamos aportes nutritivos, sus efectos serán mucho más beneficiosos durante esta fase.
La capacidad de recuperación de lesiones o de intervenciones quirúrgicas disminuye notablemente. Los empastes y los implantes dentales duran menos si se realizan durante esta fase lunar. Conviene evitar someternos a cualquier intervención.
Incluso lavar la ropa tiene peores resultados y es menos efectivo

- Luna Llena:

El cuerpo tiende a retener fluidos. Estamos en el periodo de mayor influencia lunar. No es nada conveniente operarse o iniciar un periodo de desintoxicación, ayuno, etc, durante estos días.
Las plantas que se podan en plena luna llena mueren.

- Luna Menguante:

Es el momento adecuado para someterse a una intervención quirúrgica, pues el cuerpo presenta la capacidad máxima de curación. Durante esta fase concertaremos la visita al dentista, si es necesario.
La actividad física requiere menos energía y el sistema digestivo funciona de una manera más eficaz, hasta el punto de que incluso comiendo más de lo habitual, no ganamos peso.


Sigue el biorritmo del hombre

Es importante seguir una rutina biológica, pues nuestro organismo está concebido para actuar en tramos horarios influenciados por el día y la noche.

Un biorritmo adecuado sería el siguiente:

07.00 a 08.00 h.: Desayuno de la mañana.
12.00 a 13.00 h.: Almuerzo (comida principal).
14.00 a 18.00 h.: Digestión y absorción.
19.00 a 20.00 h.: Cena.
21.00 a 22.00 h.: Inicio del sueño.
23.00 a 24.00 h.: Sueño profundo. Actividades hepáticas.
24.00 a 02.00 h.: Desintoxicación y reparación.
02.00 a 06.00 h.: Eliminación de desechos.

Seguir con regularidad los ritmos de la naturaleza y del cuerpo, crea las condiciones necesarias para la curación. El sueño y el descanso son imprescindibles para la reparación de los órganos y para su desintoxicación.


Practica ejercicio físico con regularidad

La práctica del deporte es muy importante para mantenernos sanos, pues favorece la desintoxicación del organismo. A través de la piel y del sudor, se excreta la mayor cantidad de sustancias tóxicas de nuestro cuerpo. Caminar, correr, nadar o pasear en bicicleta son actividades curativas muy recomendables.


Respira y relájate mediante Chi Kung y meditación

El Qi Gong, también llamado Chi Kung, podemos definirlo como la técnica o disciplina con la cual podemos dirigir nuestra energía vital para equilibrar y mantener nuestra salud física y mental.

También se define como una serie de ejercicios que, combinándolos con la respiración y un estado mental adecuado, consiguen un flujo de energía vital que nos lleva a una armonía entre cuerpo, mente y espíritu.

Por lo tanto, el Qi Gong consiste en movimiento físico, relajación, meditación, ejercicios respiratorios, buscando el equilibrio cuerpo-mente. Las personas que lo practican de forma regular y constante, llegan a ser conscientes de las sensaciones producidas por el movimiento de la energía (Qi) a través de su cuerpo y utilizan su mente para guiarla y equilibrarla.

Cuando practicamos Qi Gong el ritmo respiratorio se suaviza, el consumo de oxigeno es menor, la presión arterial se normaliza cuando está demasiado alta o demasiado baja, etc.

Por otro lado, activamos la producción de neurotransmisores y estabilizamos la secreción de hormonas, lo que mejora notablemente nuestra capacidad de autocuración, así como restaura de forma progresiva el equilibrio psíquico y físico deteriorado.

Dentro de su valor preventivo, destacamos:

Relajación y control del estrés.
Sensación de bienestar.
Elasticidad.
Equilibrio psicosomático.
Mejorar la vitalidad.
Mejora en el sistema cardiovascular.
Prevención de enfermedades degenerativas y autoinmunes.
Reducir el tiempo de convalecencia.
Frena y previene la vejez prematura.

Mediante la meditación, adquirimos la consciencia de que todo cuerpo vivo, incluido el nuestro, tiene la capacidad de curarse; es parte del poder de autoregeneración que se tiene. Esa capacidad que tiene el cuerpo de autocuración y autoregeneración es una parte del potencial que nos aporta la naturaleza desde que nacemos y que si somos capaces de entenderlo, podremos hacer uso de ello para nuestro beneficio.

Meditar nos ayuda a resolver los problemas psíquicos y emocionales, a canalizar energías, eliminar bloqueos y reforzar el sistema inmunológico.


Practica la Noesiterapia. Dirige tu pensamiento a la curación

El simple hecho de relajarse a fondo de forma voluntaria y consciente, dirigiendo toda nuestra atención a la respiración calmada, dando las ordenes a nuestro cerebro, pone en marcha los mecanismos naturales de la curación:
"Mi circulación sanguínea riega todo mi cuerpo;
mi sistema nervioso esta calmado y tranquilo;
mi mente se relaja cada vez más, está tranquila y calmada;
mis músculos se aflojan, están totalmente relajados…".
Cualquier profesional de la medicina sabe que el simple hecho de ejercer estas influencias en nuestra mente a través de nuestro deseo por que se cumplan ahora, sentir esa “necesidad” como motivación, ya causa un efecto claro: el sistema parasimpático se pone en marcha como respuesta biológica positiva, a partir de ese momento, predomina el estado vagal muscarínico, dentro del sistema nervioso vegetativo, equilibrándose el simpático y el parasimpático.

Todo este fenómeno natural de nuestro cuerpo que nos va a brindar una relajación exquisita y que al mismo tiempo está segregando una serie de sustancias que nos darán placer y protección, ocurre porque tenemos esa capacidad, la entendemos y nuestra mente nos obedece.
Encontrarás más detalles en el apartado del blog dedicado a la Noesiterapia, con programación específica para la EM.

Sé regular en la mesa

Además de vigilar con atención todo lo que comemos (en el blog también hay un apartado específico de lo que se puede considerar una alimentación correcta), conviene adoptar unas normas elementales que, aplicadas con regularidad, van a aportarnos una mejor digestión:

- Comer en función del apetito.
- Beber agua ½ hora antes de las comidas y 2 1/2 h. después.
- Comer sentado, en ambiente ordenado.
- Desconectar la televisión, la radio o dejar de leer el periódico.
- Hacer una sobremesa de 5 minutos.
- Tumbarse unos minutos del lado izquierdo.
- Pasear de 10 a 15 minutos.

Cualquier distracción interfiere en el disfrute de los alimentos y en la capacidad del organismo para suministrar las enzimas necesarias para el proceso digestivo.
La fruta debe tomarse en ayunas y las ensaladas abrirán la comida.


Evacua regularmente por las mañanas

A pesar de que muchos no se tomen en serio el funcionamiento irregular o lento de su intestino, se trata de un problema que merece una mayor atención. Este desequilibrio orgánico es la principal causa de muchas enfermedades graves, entre ellas el cáncer intestinal, pólipos intestinales, gases, también provoca una intoxicación crónica en el organismo preparando el camino para un sinnúmero de enfermedades.

Muchos pierden el hábito natural de ir diariamente al baño por conveniencia social. Se puede educar el intestino para funcionar, por ejemplo, después de alguna comida. De mañana es un buen horario para estimularlo a funcionar. Pero no se debe forzarlo. El excesivo esfuerzo para evacuar es la causa de hemorroides. Puede también provocar aumento súbito de la presión sanguínea y hasta un desmayo.


Sigue una dieta de desintoxicación.
Limpiezas hepáticas, intestinales y renales

Dieta desintoxicante:


Primer y segundo día: Semiayuno de frutas.

Desayuno: Melocotones, uvas o ciruelas, mejor un mismo tipo de fruta.
Comida: Naranjas con la pulpa o sandia, no mezclarlas.
Cena: Manzanas y tostadas de pan integral.

Conviene pasar el día en reposo y tomar abundante líquido entre las comidas. Se pueden variar las frutas.

Tercer, cuarto y quinto día:

En ayunas, antes del desayuno, tomar un vaso de agua de semillas de lino (dejar remojar las semillas durante toda la noche).

Desayuno: Manzanas

Almuerzo: Ensaladas crudas (preferentemente de hojas). Puré de calabaza, arroz integral bien cocido. Zanahoria cocida o remolacha cocida. Usar lo mínimo de aceite y sal.

Cena: Escoge una de las siguientes frutas: sandía, pera, naranja, manzanas, melocotones, melón.

Sexto día: Hacer una dieta de transición

Séptimo día: Adoptar una dieta normal, saludable.

Cada quince días pasar un día consumiendo sólo frutas variadas.


Limpieza intestinal y hepática:

Una forma muy sencilla de limpiar nuestro intestino y nuestro hígado es tomando en ayunas, todos los días, por la mañana y antes de acostarnos, una cucharada de aceite de oliva de primera presión en frío, mezclada con una cucharada de zumo de limón.

Limpieza de riñones:

Hacer un preparado con 30 g de mejorana, 30 g de uña de gato, 30 g de raíz de consuelda y mezclarlo todo con 60 g de semilla de hinojo, chicoria, gayuba, raíz de hortensia, raíz de eupatorio purpúreo, raíz de malvavisco y hierba de solidago.
Por la noche, añadir 3 cucharadas colmadas en 2 tazas de agua. Tapar y reposar toda la noche. Por la mañana, hervir a fuego lento y colar.
Beber durante 20 días, en 6 u 8 tomas a lo largo del día, sin refrigerar ni añadir azúcar.
Se pueden notar molestias o rigidez en la región lumbar debido al paso de los cristales salinos de los cálculos renales.
La orina puede tornarse oscura y de olor penetrante.

Depuración y desintoxicación:

Beber sorbos de agua caliente ionizada.
Para preparar el agua ionizada, hervimos agua mineral durante 20 minutos y la vertemos en un termo. Beberemos 1 o 2 sorbos cada ½ hora.
Recuerda que este agua no sustituye al agua normal en la hidratación del organismo.


Consume alimentos biológicos en la medida de lo posible

Evitamos así los peligrosos aditivos alimentarios como el glutamato monosódico, las grasas hidrogenadas, edulcorantes artificiales, agentes colorantes, pesticidas, etc. (ver la entrada del blog acerca de la nutrición)
Los alimentos biológicos están libres de organismos genéticamente modificados.


Lleva una dieta predominantemente vegetariana

Una persona no notará los efectos de una dieta con un elevado contenido proteico de origen animal, hasta que las paredes de los vasos sanguíneos se hayan engrosado por el exceso de proteína.
Si se abusa de las carnes, se activa una potente respuesta inmune para deshacerse del ADN extraño y de la proteína muerta, coagulada y deteriorada de la carne, pescado, huevos, aves y lácteos.


Los alimentos “Milagro”. Siempre en tu despensa


“Que la comida sea la medicina y que la medicina sea la comida”.

(Hipócrates)


Conozcamos a los verdaderos protagonistas de la curación natural:


Brócoli:

- Anticancerígeno que contiene concentraciones del compuesto “glucorafamina”, precursor del “sulforafano”, que favorece la secreción de enzimas de las células anticancerígenas.

- Acelera la eliminación del estrógeno, por lo que previene el cáncer de mama.

- Tiene efectos antivíricos y antiulcerosos.

- Es una gran fuente de cromo, que ayuda a regular la insulina y el azúcar en sangre.


Repollo:

- Previene el cáncer de mama y de colon

- Protege del cáncer de estómago.


Col china:

- Reduce la hipertensión arterial.


Zanahoria:

- Fuente de betacaroteno, un potente agente anticancerígeno.

- Protector de las arterias.

- Estimula el sistema inmunológico.

- Es un antioxidante bacteriano.

- Previene las enfermedades oculares degenerativas.

- Equilibra el colesterol.


Apio:

- Favorece la normotensión.

- Es un potente vasodilatador. Viagra natural (tomar unos pocos tallos cada dos días)

- Contiene las cantidades ideales de vitamina E, magnesio, niacina, potasio y cinc necesarias para disfrutar de unas relaciones sexuales óptimas.


Aguacate:

- Contiene vitamina A, todo el complejo vitamínico B, niacina, ácido fólico, calcio, hierro, 9 aminoácidos esenciales y mucho potasio.

- Es bueno para la circulación.

- Reduce el colesterol. Rico en ácido oleico monoinsaturado, antioxidante y regulador del colesterol por su alto contenido en “betasitosterol”, un fármaco muy recetado para el colesterol.

- Es un poderoso antioxidante y anticancerígeno por la presencia de “glutationa”.

- Es un gran vasodilatador.

- Preferible su consumo a mediodía en ensaladas.


Arándanos:

- Protegen los riñones, el corazón, los ojos y la piel.

- El zumo de arándanos rojos cura la infección de vejiga.

- Estimula el sistema inmunológico por su alto contenido en bioflavonoides y vitamina C, previniendo resfriados y la gripe.

- Son beneficiosos para personas que sufren acné y ataques de asma.

- Contienen ácido málico que ayuda a ablandar las piedras de los conductos biliares del hígado.


Judías Verdes:

- Ricas en vitamina K, que mantiene los huesos fuertes.

- Contienen vitamina A, vitamina C, riboflavina, potasio, hierro, manganeso, folato, magnesio, tiamina, fósforo, calcio, niacina, vitamina B1 y B6, cobre, proteína y cinc.

- Tiene propiedades curativas contra la arterioesclerosis, la cardiopatía diabética y el derrame cerebral.

- Mantiene la función inmune y previene el acné, por su alto contenido en vitaminas A y C.

- Contiene hierro que sintetiza la hemoglobina.

- Contiene cobre que favorece la absorción del hierro.

- Ayudan a conservar la memoria gracias a su contenido en vitamina B1.


Coles de Bruselas:

- Regeneran los huesos.

- Son una buena fuente de fibra, folato y vitamina C, que contribuyen a mantener la función inmune y la producción de colágeno, una proteína que constituye la materia básica de estructuras del organismo como la piel, el tejido conectivo, los cartílagos o los tendones.

- Protege contra las infecciones por su alto contenido en vitamina A y en betacaroteno, que a la vez mantiene la piel suave y brillante.
-Tomar 2 cucharadas diarias de col cocida


Alcachofas:

- Incrementan la producción de bilis favoreciendo el proceso digestivo.

- Equilibra los niveles de colesterol en sangre.


Col Rizada:

- Regula el estrógeno por su alto contenido en índole y luteína.

- Contiene betacaroteno y vitamina C antioxidante.

- Previene el cáncer de colon.


Frutos secos:

- Todos los frutos secos tienen propiedades anticancerígenas y cardioprotectoras.

- Las almendras y las avellanas, sobre todo las primeras, contienen elevadas concentraciones de ácido oleico antioxidante y grasas monoinsaturadas, que protegen las arterias.

- Contienen vitamina E y omega 3.

- Regulan la insulina y el nivel de azúcar.


Maíz Fresco:

- Contiene grandes concentraciones de luteína, que reduce considerablemente el riesgo de sufrir una degeneración macular, causa principal de la ceguera y de problemas de la vista.


Arroz integral:

- Tiene propiedades antidiarreicas y anticancerígenas porque inhibe la proteasa.

- Es una gran fuente de hierro, selenio, tiamina y niacina (sobre todo el basmati).


Plátano:

- Un plátano diario nos proporciona una gran fuente de salud por su alto contenido en fósforo, vitamina A, hierro, potasio, azúcares y fibra.

- Contiene triptófano, un tipo de proteína que el cuerpo transforma en serotonina, que es relajante y antidepresivo.

- Contiene vitamina B6 que regula los niveles de glucosa en sangre, calmando el sistema nervioso y aliviando el síndrome premenstrual.

- Previene la anemia por su alto contenido en hierro orgánico.

- Favorece la normotensión y previene los derrames cerebrales por su alto contenido en potasio.

- En estudiantes hace mejorar el rendimiento académico.

- Son ricos en fibra por lo que restablece el funcionamiento intestinal.

- Neutraliza la acidez evitando el ardor de estómago.

- Con la aplicación de la parte interna de la piel, podemos reducir inflamaciones e irritaciones, como las picaduras de mosquitos.

- Contiene triptófano, un agente natural que mejora el humor en casos de trastorno afectivo emocional.

- Contribuyen a la recuperación del síndrome de abstinencia de la nicotina, por su contenido en vitaminas B6 y B12.

Canela:

- ½ cucharadita de canela tiene el mismo efecto que las estaninas farmacológicas a la hora de reducir el colesterol, los triglicéridos y la glucosa en sangre.

- Es medicina para los diabéticos.

- Refuerza la función digestiva.

- Constriñe y tonifica los tejidos.

- Alivia la congestión, el dolor, la inflamación y la rigidez de los músculos y de las articulaciones.

- Alivia las molestias menstruales.

- Estimula la circulación.

- Neutraliza bacterias como la E. Coli.

- Mejora la capacidad cognitiva.

- Mejora el rendimiento sexual masculino.


Cúrcuma:

- Es un colorante natural, ingrediente principal del curry.

- Es un potente bioprotector.

- Los “curcuminoides” tienen propiedades antiinflamatorias, antivíricas y antibacterianas.

- Impide la formación de radicales libres, responsables del envejecimiento, y neutraliza los ya formados.

- Se utiliza en tratamientos de ictericia, problemas hepáticos, para mejorar la circulación, disolver coágulos, aliviar el dolor artrítico y reumatoide, para descongestionar los senos nasales, diarreas o infecciones de oído.


Jengibre:

- Es tan eficaz como los fármacos administrados para tratar el mareo causado por el movimiento.

- Previene las náuseas y vómitos postoperatorios.

- Alivia vómitos y náuseas del embarazo.

- Reduce los síntomas de la osteoartritis de rodilla.

- Es un agente antitrombótico y antiinflamatorio.

- Tiene efectos antidepresivos, antidiarreicos y antioxidantes.

- Tiene efecto antibiótico al acabar con la salmonela y los estafilococos.

- Es un potente agente anticancerígeno.

- Se ha utilizado con éxito en el tratamiento de los vómitos, dolores de cabeza, congestión del pecho, cólera, resfriados, diarrea, dolor de estómago y enfermedades nerviosas.

- Se recomienda masticar jengibre fresco con miel.


Pimienta de Cayena:

- Reduce los síntomas de pacientes con dispepsia funcional (dolor recidivante en la parte alta del abdomen, sin lesiones en el aparato digestivo, de origen desconocido).

- Rica en vitaminas A y C. Contiene la totalidad del complejo vitamínico del grupo B, además de calcio y potasio orgánicos, por lo que es buena para el corazón, el sistema digestivo y el sistema circulatorio.

- Detiene los infartos en 30 segundos, en cuyo caso se recomienda tomar una cucharadita en una vaso de agua caliente cada 15 minutos, hasta que la crisis haya acabado.


Clavo:

- Tiene propiedades caloríficas, antibacterianas y antisépticas.

- Alivia el dolor.

- Combate las bacterias patógenas.

- Previene las infecciones.

- Se utiliza como analgésico tópico en dientes y encías.

- Ayuda a eliminar el mal aliento (masticar clavo).

- Contiene aceites volátiles y esenciales que facilitan la digestión y alivian las molestias de los gases y de las inflamaciones.

- Favorece el peristaltismo (movimiento del aparato digestivo que desplaza el bolo alimenticio).

- Desprende las flemas del tracto respiratorio.

- Estimula la irrigación sanguínea de la piel.

- Disipa el frío del cuerpo.

- Reduce el colesterol. Para ello, beber durante 1 mes, cada día, el agua de 6 clavos en remojo durante la noche.


Miel:

- Cura úlceras y quemaduras.

- Crea un entorno húmedo que favorece la circulación e impide la reproducción bacteriana.

- Esteriliza sin efectos secundarios.

- Es un poderoso desinfectante: Beber agua templada con miel y limón.

- Induce el sueño y tiene propiedades sedantes.

- Indicada para aliviar las molestias del ardor de estómago: Tomar una cucharadita de miel no refinada, mezclada con una cucharadita de vinagre de sidra.


Sal Marina:

- Contiene 92 minerales esenciales.

- Restablece el equilibrio iónico, previniendo trastornos nerviosos, daños cerebrales o espasmos musculares.

- Favorece la regeneración celular.

- Permite a los líquidos traspasar, sin trabas, las membranas del cuerpo.

- Facilita el proceso digestivo y desinfecta el intestino grueso y el tracto intestinal.

- La sal marina, al contrario que la sal refinada, que provoca retención de agua, problemas renales e hipertensión arterial, contiene poca cantidad de sodio, no siendo éste un problema si en nuestra dieta introducimos alimentos ricos en potasio, como los plátanos, albaricoques, aguacates, judías verdes, patatas, verduras, etc.

- La sal del Himalaya se considera la mejor y la más nutritiva de todas.

- Una pizca de sal marina en el agua potable, le confiere propiedades alcalinas y le aporta minerales y oligoelementos importantes.

- Estabiliza el pulso irregular, favoreciendo la normotensión.

- Elimina el exceso de acidez de las células, especialmente de las neuronas.

- Equilibra los niveles de azúcar en sangre.

- Es esencial para la formación de energía hidroeléctrica del cuerpo y vital para la absorción de nutrientes.

- Limpia los pulmones de flemas y mucosas.

- Acaba con el catarro y la congestión nasal.

- Es un potente agente antialérgico por sus propiedades antihistamínicas.

- Previene los calambres musculares.

- Refuerza los huesos.

- Regula el sueño.

- Ayuda a prevenir la gota y la artritis gotosa.

- Previene las venas varicosas.


Té Verde:

- Contiene grandes cantidades de taninos que aseguran que la cafeína que contiene, sea transportada en pequeñas dosis, realizando un consumo energético más eficaz.

- Es un potente antioxidante, por lo que frena el envejecimiento.

- Contiene grandes cantidades de vitaminas C y B, por lo que se muestra muy eficaz ante enfermedades relacionadas con el estrés, como la rosácea (enrojecimiento de la piel y de los ojos) y el acné.

- Combate la acidez por su alto grado de alcalinidad.

- Previene enfermedades coronarias, infartos y derrames cerebrales.

- Inhibe las mutaciones celulares que propician el cáncer.

- Reduce las grasas de la sangre.

- Equilibra los niveles de colesterol en suero.

- Previene la hipertensión arterial.

- Mejora el funcionamiento del corazón, las funciones cerebrales, el metabolismo y la visión.

- Contribuye a la secreción salivar.

- Potencia el crecimiento del cabello.

- Reduce la grasa y el peso corporal.

- Estimula la digestión y limpia las obstrucciones del tracto urinario.


Acepta la enfermedad

Aceptar la enfermedad es otra de las condiciones necesarias para la curación. Aceptarla pero no con actitud de pasividad y resignación. Rechazar la enfermedad activa la resistencia a ella, lo cual es motivo de tensión para el cuerpo y la mente y pone a las células del cuerpo en estado de autodefensa. La tensión mina las funciones inmunológicas e impide la respuesta curativa.

Hay que percibir la enfermedad como una oportunidad para reforzarse en áreas poco desarrolladas hasta el momento. De nada sirve pensar que la enfermedad es algo negativo contra lo que hay que luchar. La enfermedad no tiene otro plan ni otro poder que curar el cuerpo y la mente, por lo que lo más inteligente es colaborar con ella. Durante el proceso de curación, la persona tiene la oportunidad de fortalecerse, volverse más relajada, pacífica y dichosa.

No hay que sentir miedo o angustia ante la enfermedad, pues no se trata de otra cosa que el intento del organismo de encauzar la vida en un sentido más propicio y satisfactorio.
Debemos ser positivos y permanecer tranquilos respecto a la propia capacidad curativa, confiando en que el cuerpo siempre intenta restablecer la salud.

La vida no consiste en tener un cuerpo físico perfecto, sino en vivir perfectamente con sus imperfecciones. Ésa es la verdadera salud. La energía sigue al pensamiento. Vivir con un objetivo, como deshacerse de una enfermedad, priva al cuerpo de la atención y, por tanto, también de la energía necesaria para curarse y mantenerse.
Si estamos atentos al momento actual de la enfermedad, sin acusaciones, amenazas, furia, fármacos, cirugías, radiaciones, etc., sino con aceptación y cariño, las células se programan para desarrollar una respuesta curativa.


Déjate cuidar por el Sol: Nuestro gran aliado

La luz solar, gracias a su potente efecto estimulante del sistema inmunológico, es uno de los principales inhibidores de enfermedades.
El cuerpo produce vitamina D en respuesta a una exposición regular al sol. Los rayos ultravioleta del sol estimulan la glándula tiroides, que incrementa la producción de hormonas, favoreciendo el metabolismo basal del organismo. Esto ayuda tanto a perder peso, como a mejorar el desarrollo muscular.

El uso inadecuado de la luz solar, del aire, del agua y de los alimentos, abre las puertas de la enfermedad.

Los habitantes de Kenia, Suiza o El Tíbet, deberían presentar un mayor índice de casos de cáncer de piel, pero ocurre precisamente lo contrario. Las personas que viven en el ecuador o en altitudes muy elevadas, desconocen cualquier caso de cáncer, no sólo el de piel.
La comida basura, los estimulantes, el alcohol, los fármacos, la contaminación, dormir mal, el estrés, la codicia de poder y dinero, la falta de contacto con la naturaleza, etc., son la verdadera causa de las enfermedades, no los fenómenos naturales que han asegurado el crecimiento evolutivo del planeta a lo largo de los tiempos.

No existe relación causa-efecto entre la luz solar y el melanoma. El origen del cáncer de piel está en las cremas protectoras, que permiten exposiciones prolongadas, sin advertir sus efectos.

Junto a una buena nutrición y un estilo de vida equilibrado, la luz del sol nos ofrece la mejor protección posible contra las enfermedades. Estos son algunos de los efectos de la luz ultravioleta:

- Mejora los resultados de los electrocardiogramas.
- Reduce la presión arterial y el pulso cardiaco en reposo.
- Reduce el exceso de colesterol.
- Incrementa las reservas de glucógeno en el hígado.
- Equilibra el nivel de azúcar en sangre.
- Aumenta la energía y la fuerza muscular.
- Mejora la resistencia frente a las infecciones, debido al aumento de linfocitos y fagocitos.
- Aumenta la capacidad de transporte de oxígeno en la sangre.
- Incrementa las hormonas sexuales.
- Mejora la resistencia de la piel a las infecciones.
- Aumenta la tolerancia al estrés.
- Reduce la depresión.

El sol puede prevenir o curar el cáncer:

“Journal of Steroid Biochemistry of Molecular Biology”.
“Vitamin D and prevention of breast cancer: Pooledanalysis”
“American Journal of Preventive Medicine”.

En el mismo estudio, los investigadores descubrieron una estrecha relación entre la situación geográfica y la EM, revelando que la incidencia de casos de EM disminuye cuanto más cerca se vive del ecuador, donde hay la mayor cantidad de rayos ultravioleta.

Otro estudio demostró que dejar a los niños que tomen el sol de forma saludable, puede reducir el riesgo de contraer EM en la edad adulta.

El equipo científico de la Universidad de Carolina del Sur considera que los rayos ultravioleta protegen al individuo al modificar la respuesta inmunológica de las células o al incrementar los niveles de vitamina D.

La EM es más frecuente en latitudes altas, donde hay niveles más bajos de radiación ultravioleta.

El sol, combinado con el ejercicio físico, aumenta considerablemente el tono muscular gracias a la producción de testosterona. En las mujeres regula la menstruación y, en general, combate la hipertensión arterial.
Un reciente estudio hospitalario demostró que los pacientes que permanecían en habitaciones más soleadas, necesitaban menos analgésicos que los que estaban en habitaciones más oscuras.

El SOL Y LOS ACEITES REFINADOS

Las personas que consumen margarinas o aceites refinados, generan radicales libres cuando se exponen al sol y sufren envejecimiento celular prematuro.
Con el fin de alargar la vida del aceite, los fabricantes lo someten a un proceso de refinado que lo clarifica y elimina su olor original:
Se baña en un disolvente de petróleo, se “desgoma” o coloca en agua caliente y se centrifuga para separar diversas sustancias. Se mezcla con un producto alcalino, como la lejía o la sosa caústica y después se agita, se calienta de nuevo, se blanquea, se hidrogena para estabilizarlo y, finalmente, se desodoriza y se añaden conservantes.
Las grasas poliinsaturadas de los aceites refinados, desprovistas de sus grasas monoinsaturadas, prácticamente no se pueden digerir. Los radicales libres, limpiadores naturales del cuerpo, intentan acabar con el intruso grasiento, que se adhiere a las paredes celulares, por lo que su destrucción implica también la destrucción celular, como un “daño colateral”, causando el envejecimiento, las enfermedades degenerativas y las enfermedades autoinmunes.
Los radicales de oxígeno (perioxidación lipídica) se pueden formar en los tejidos después de haber ingerido aceite refinado y también en las grasas poliinsaturadas “refinadas”, cuando éstas se exponen a la luz solar.
Tras la segunda guerra mundial, se introdujo a gran escala el consumo de grasas refinadas poliinsaturadas y con ello el alarmante aumento de las enfermedades autoinmunes.
En mi caso, la enfermedad, EM, apareció justo después de sufrir una severa quemadura solar en la espalda, siendo consumidor habitual de aceites refinados, cobrando fuerza esta teoría.

La conclusión de todo esto es que si una persona no quiere dañar o destruir su sistema inmunológico, no debe tomar grasas ni aceites refinados y alterados industrialmente, sino aceites de primera presión en frío.
Durante el proceso de hidrogenado, las grasas poliinsaturadas sufren transformaciones químicas convirtiéndose en ácidos grasos “trans”, a menudo llamados aceites vegetales hidrogenados. Estas grasas inhiben la capacidad de las células de utilizar el oxígeno necesario para quemar los nutrientes y convertirlos en anhídrido carbónico y agua. Las células, incapaces de completar su proceso metabólico, se tornan cancerosas.

CONSEJOS

Si alguien tiene que estar expuesto al sol durante un tiempo prolongado, puede aplicarse en la piel gel de aloe vera o aceite de oliva sin refinar (de primera presión en frío).

Caminar al sol, alrededor de una hora, puede resultar muy beneficioso

Contemplar el sol directamente de forma regular (Sun Gazing), puede devolver a todas las células del organismo su equilibrio y su eficiencia. Los órganos vitales del cuerpo dependen de colores concretos del espectro lumínico que se codifican químicamente en el cerebro a través de la glándula pineal, situada en los ojos.

La forma correcta de mirar al sol es la siguiente:

- Primer día: 10 segundos
- Segundo día: 20 segundos
- Tercer día: 30 segundos

Y así sucesivamente, incrementando cada día 10 segundos de exposición, hasta los 3 meses, momento en el que seremos capaces de mirar al sol durante 15 minutos, obteniendo así el máximo beneficio:

- Mejorar la vista.
- Mejorar el sistema inmunológico.
- Eliminar tensiones, tristeza y depresión.
- Aumentar el bienestar físico y mental.

¡¡¡Muy Importante!!!:

El sol puede mirarse únicamente hasta una hora después del amanecer y durante la última hora antes del ocaso.


Evita al máximo el consumo de carne

La principal causa física de las enfermedades coronarias reside en la ingesta excesiva de proteínas de origen animal.
Uno de los hallazgos más recientes entre las causas de las lesiones y la inflamación de las arterias, es la proteína denominada homocisteína, que se encuentra en elevadas concentraciones en la carne.
Actualmente se considera que esta sustancia es la causa principal subyacente a la formación de coágulos de sangre que provocan ataques de corazón.
La revista de la Sociedad Médica de EEUU, “Journal of the American Medical Association”, ha informado que una dieta vegetariana puede prevenir el 97% de todas las oclusiones coronarias.
El consumo de grasas es un mero cómplice de la enfermedad pero no su causa. A menos que se interrumpa la ingesta de proteínas en grandes cantidades, el tejido conectivo intercelular y las membranas basales de los vasos capilares, empiezan a aumentar de tamaño, las células se debilitan progresivamente y se lesionan. El cuerpo responde con una inflamación para ayudar a destruir las células dañadas y eliminar las que han muerto. La respuesta inflamatoria tiene efectos secundarios: Es el comienzo de la arterioesclerosis a causa de la dieta.

Un atleta entrenado puede utilizar más de 40 gramos de proteína al día. El exceso de proteína que no se puede almacenar en las paredes vasculares, se convierte en ácido nítrico, sulfúrico y fosfórico. Los riñones tratan de neutralizar estos ácidos, asociando un mineral básico a cada molécula ácida, agotando las reservas de sodio, potasio y magnesio de nuestro organismo. Esto provoca la acidosis crónica, directamente asociada a las cardiopatías. En su intento de evitar un ataque cardíaco, las células capilares absorben las proteínas sobrantes y las convierten en fibra de colágeno, que luego almacenan en sus membranas basales. Aunque esta respuesta de emergencia, favorece la dilución de la sangre, también hace que las paredes vasculares se tornen más gruesas y vulnerables.

CONSEJOS

- El ayuno durante ciertos periodos reduce el tamaño y la cantidad de células grasas y de depósitos de colágeno.

- Se ha demostrado que los alimentos ricos en ácido fólico reducen en gran medida los niveles de homocisteína.

Los datos aportados en esta lista se refieren a los valores de 1/2 taza de alimento cocido (a menos que se indique lo contrario) El contenido de ácido fólico se expresa en microgramos (mcg).

Verduras

Calabaza 11
Espárragos 88
Aguacate (1 crudo) 117****
Remolacha 45
Brócoli 38
Coles de Bruselas 46
Coliflor (1 taza hervida) 57****
Acelgas 64
Endibias (1/2 taza cruda) 36
Espinaca 110
Nabo 32
Jugo de Tomate (1 taza) 47
Berro (1 taza) 83
Col (1 ½ taza) 19****
Maíz (1 taza) 74****
Zanahoria (1 taza) 17****
Yuca (1 taza) 55****
Pimiento Morron (1 taza) 20****
Cilantro (¼ de taza) 62****
Hierbabuena (¼ de taza) 53****
Ajo (3 dientes) 3****
Cebolla (1 taza) 30****
Apio (1 rama cruda) 17****
Patatas (1 taza cocida) 15****
Perejil picado crudo (1 taza) 91****
Habas verdes, 1 taza cocidas 176****
Lentejas 179


Frutas

Plátano (1 mediano) 21
Melón, 1 taza (en cubos) 27
Zumo de Naranja (1 taza) 109
Naranja, 1 mediana, 39
Fresas (1/2 taza) 20
Pasas, pasitas (1 taza) 4****
Limón (1), 5****


Frutos secos y Semillas (2 cucharadas soperas)

Cacahuetes 35
Semillas de Girasol 60


Productos Animales

Carne de ave, 500 g, 27***
Hígado de pollo, 100 g, 762***
Molleja de pollo, 500 g, 211***


Panes, Cereales y Granos

Avena instantánea, 1 paquete 150
Germen de Trigo, 2 cucharadas 49
Arroz blanco 1 taza cocido, 91

*Información de la publicación Bowes & Church’s Food Value of Portions Commonly Used. 16th ed., escrito por J. Pennington, Lippincott-Raven, 1994

**Información de la FAO: Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación

*** Instituto de Nutrición e Higiene de los Alimentos, Tabla: Composición de alimentos y cantidades necesarias para el cumplimiento de las recomendaciones de ingestión de ácido fólico

**** USDA National Nutrient Database for Standard Reference


Si tienes insatisfacción laboral y falta de felicidad, haz cambios en tu vida

Los mayores riesgos de contraer una enfermedad coronaria son la insatisfacción laboral y la falta de felicidad.

La investigación genética ha demostrado que la doble hélice de ADN, que controla la salud de todas y cada una de las células de nuestro cuerpo, se contrae y acorta instantáneamente cada vez que sentimos miedo, rabia, frustración, ira, celos y odio,…

El mejor remedio para las enfermedades es el amor. Amar a otros que no saben cómo amarse a sí mismos, sana el corazón. Ayudar a quienes nos piden ayuda “abre” y relaja nuestro corazón. Cuando una persona contribuye a cambiar, para bien, la vida de otra persona, automáticamente se siente también amada.

Servir a los demás y sentirse útil, sin pedir nada a cambio, es la mejor medicina y el tratamiento más eficaz para todas las enfermedades.

LA CARICIA: UN DON CURATIVO

Tocar y ser tocado es tan fundamental para la salud como una dieta equilibrada, y a veces más.
El amor transmite la máxima frecuencia de energía y desencadena una potente respuesta curativa, al liberar endorfinas, serotonina y otras sustancias curativas, que favorecen la sensación de felicidad por todo el cuerpo.
No quererse a uno mismo o no estar contento con el rumbo tomado en la vida, es la forma más grave de tensión emocional que alguien pueda sufrir, siendo un importante factor de riesgo de numerosas enfermedades, entre ellas el cáncer y las enfermedades autoinmunes. Los conflictos no resueltos o no asumidos, son el punto de inicio de cualquier enfermedad.

El médico alemán Ryke Geerd Hammer descubrió en los escáneres de 20.000 pacientes que todos tenían una lesión cerebral, similar a una diana de tiro con círculos concéntricos, conocida como “Núcleo Hammer”. Descubrió que esas lesiones eran el resultado de una experiencia conflictiva, dramática y aislada, sufrida por el paciente. Si el conflicto se resolvía, la imagen del escáner cambiaba, se desarrollaba un enema y luego cicatrizaba.

Las enfermedades autoinmunes, incluido el cáncer, aparecen después de una serie de repetidos avisos:

- Dolores de cabeza tratados con analgésicos.
- Cansancio suprimido con café o té.
- Nerviosismo que se trata de calmar con nicotina o alcohol.
- Consumo de fármacos para aliviar síntomas indeseados.
- Resfriados a los que no permitimos curar por sí solos de forma natural.
- Negarse uno mismo tiempo suficiente para relajarse, reír y estar tranquilo.
- Conflictos que se dejan sin resolver o no se asumen.
- Pretender que siempre se está bien cuando no es cierto.
- Necesidad de complacer a los demás y sentirse inferior y no querido.
- Escasa confianza en las propias fuerzas que hace que uno quiera demostrar constantemente su valía.
- Premiarse con alimentos que confortan, visitar la nevera de forma compulsiva.

Todos estos síntomas y otros similares, son importantes indicadores de riesgo del desarrollo de enfermedades autoinmunes o del cáncer.

Deja que el cuerpo sane por sí mismo

Las enfermedades son crisis de toxicidad y las crisis de toxicidad salvan vidas. No las interrumpas.
Una pulmonía, varicela, fiebre, etc., eliminan grandes cantidades de toxinas y ayudan a las células a “respirar” de nuevo libremente. La fiebre, el sudor, la pérdida de sangre, la excreción de mucosidades, la diarrea, los vómitos, son vías adicionales para expulsar toxinas del organismo. El sistema inmunológico recibe, de esta forma, un fuerte impulso natural.
Las afecciones indeseables, en realidad nos pueden salvar la vida. Muchas personas mueren innecesariamente porque se les impide cumplir con todas las fases de la enfermedad. Las afecciones son intentos del cuerpo de dar salida y expulsar las sustancias tóxicas. Si bloqueamos esa vía de salida, cosa que sucede cuando tratamos los síntomas para eliminarlos, podemos asfixiar al cuerpo y acabar con sus funciones vitales.


Sigue los tratamientos alternativos que te hayan dado buena respuesta

Cuando nos diagnostican una enfermedad de las calificadas como “incurables”, esa idea nos hace más libres a la hora de buscar otras alternativas. La medicina tradicional asegura la irreversibilidad de sus fases de evolución y tú quedas como predestinado o marcado a seguirlas sin otra “alternativa”. Esta resignación o pasividad es el combustible que alimenta esa idea.
En un seminario del doctor Escudero, creador de la Noesiterapia, al que tuve la suerte de asistir, me presenté a él como un enfermo de EM, a lo que él me respondió: “tenías, esclerosis múltiple, fuiste diagnosticado, sí, pero eso ya forma parte del pasado, y si te han dicho que es incurable, recuerda que la palabra incurable o imposible no existe”.

Los tratamientos farmacológicos no curan la enfermedad, como ya hemos visto sino que alivian los síntomas, deteniendo el intento del cuerpo por curarse a sí mismo, además nos cargan de efectos secundarios que, en ocasiones, son peores todavía que las enfermedades que dicen combatir.

En vez de aceptar nuestro destino, debemos concentrarnos en sentirnos bien y empezar a ejercer un papel activo para mejorar nuestra salud y nuestra calidad de vida, en definitiva para alcanzar el bienestar.
La acupuntura, las hierbas medicinales, el chi-kung, la noesiterapia, la meditación y la correcta nutrición, son mensajes de amor a nuestras células. Ellas entienden este mensaje de que queremos cuidarlas y prestarles atención y ellas responden iniciando los mecanismos naturales de la curación.
Estas terapias, además, no tienen efectos secundarios, sino todo lo contrario, enriquecen física y espiritualmente a las personas que las practican.
Asumir la propia responsabilidad, es el primer paso que hay que dar para dejar de focalizar la enfermedad y centrarnos en la creación consciente de una buena salud.

Si una persona decide abandonar un tratamiento farmacológico crónico, porque quiere iniciar este camino de sanación, es muy conveniente, incluso necesario, iniciar programas de desintoxicación del organismo. El hígado y la vesícula biliar albergan toda la carga tóxica acumulada durante el tratamiento. Al final de este estudio, en la bibliografía consultada, cito dos libros de Andreas Moritz, de lectura imprescindible, para llevar a cabo estas limpiezas.


Aprende a utilizar la naturaleza como un antibiótico

La naturaleza tiene una cura para todas y cada una de las enfermedades. De no ser así, la vida en el planeta se habría extinguido hace millones de años.
El poder de nuestro sistema de curación depende de nuestros pensamientos (noesiterapia), de nuestros sentimientos, del aire que respiramos, de lo que comemos, del agua que bebemos, de nuestro entorno, de las cosas que decidimos hacer, ver y oír.
Tener una personalidad negativa significa poseer todas las papeletas para contraer una enfermedad. Si se sufre una enfermedad, no hay que alarmarse. La actitud frente a ella es la herramienta más eficaz para superarla. El miedo bloquea la respuesta sanadora del cuerpo.
Confía en la naturaleza de tu cuerpo y en la que te rodea. Los alimentos, las hierbas medicinales y tu fe en la curación, junto con la práctica de los consejos anteriores, son la llave de la buena salud. Sólo tienes que abrirla.




4.- A modo de conclusión

Seguir estos consejos con intención de restablecer la salud, nos puede proporcionar una respuesta curativa inmediata.

Duerme bien para mejorar la digestión y tu sistema inmunológico, haz ejercicio físico para aportar más oxígeno a tus células y favorecer su desintoxicación, toma baños de sol con moderación, bebe suficiente agua fresca para mantener el cuerpo bien hidratado, respira con el abdomen para masajear y estimular tus órganos, aliméntate de la forma más equilibrada y saludable posible, evita los fármacos y los hospitales, piensa siempre en positivo, busca el camino de la felicidad desandando lo andado si es necesario, realiza actividades que favorezcan la creatividad, teatro, música, manualidades, y lo más importante, date a los demás sin esperar nada a cambio, que no es otra cosa que amar.





5.- BIBLIOGRAFÍA


- Curación por el pensamiento (Noesiterapia).
Doctor Ángel Escudero.

- Los Grandes Crímenes de la Industria Farmacéutica.
Doctora Teresa Forcades.

- Esclerosis Múltiple “Su tratamiento según una visión física, psicológica y espiritual”.
Doctor Pablo de la Iglesia.

- El equilibrio a través de la alimentación “Sentido común, ciencia y filosofía oriental”.
Olga Cuevas Fernández.

- Los Secretos Eternos de la Salud. “Medicina de Vanguardia para el Siglo XXI”.
Andreas Moritz.

- Limpieza Hepática y de la Vesícula.
Andreas Moritz.